El presidente Donald Trump anunció un arancel del 25% para todos los automóviles que no sean fabricados en Estados Unidos. La medida, que incluye piezas sueltas, entrará en vigor el 2 de abril y afectará a los principales socios comerciales del país, como México y Canadá.
Trump justificó la decisión en un discurso desde la Casa Blanca: “Vamos a cobrar a los países por hacer negocios en nuestro país y tomar nuestra riqueza”.
Con este nuevo arancel, los vehículos importados pasarán de tributar un 2,5% a un 27,5% sobre su valor. En el caso de los autos eléctricos chinos, el impuesto se elevará hasta el 125%.
Trump castiga a la industria automotriz con un 25% de arancel a autos no fabricados en EE. UU.
Las reacciones internacionales no tardaron. Mark Carney, primer ministro de Canadá, calificó la medida de Trump como un “ataque directo” a la industria.
Los fabricantes estadounidenses también se verán afectados. Empresas como Tesla, Ford y General Motors dependen de componentes producidos fuera del país.
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