Rusia lanzó ayer el mayor y más devastador ataque aéreo contra Ucrania desde que comenzó el conflicto en 2022, causando al menos 24 muertos y más de 130 heridos entre la población civil. La ofensiva, que duró 18 horas, empleó 122 misiles, 36 drones y aviones de combate para bombardear indiscriminadamente objetivos en todo el territorio ucraniano.
Entre los lugares afectados se encuentran un hospital de maternidad, varias escuelas, un centro comercial, un rascacielos, casas particulares, un almacén comercial y un estacionamiento. Seis ciudades, incluyendo la capital, Kiev, sufrieron el impacto de los proyectiles, que provocaron incendios, derrumbes y escenas de pánico entre los habitantes.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, condenó el ataque como un acto de terrorismo y una violación flagrante del derecho internacional.
Rusia lanza una ofensiva aérea sin precedentes con misiles, drones y aviones sobre Ucrania
“Hoy, Rusia usó casi todos los tipos de armas de su arsenal para sembrar el miedo y el caos en nuestro país. Pero no nos rendiremos. Responderemos con firmeza y defenderemos nuestra soberanía y nuestra gente. El terrorismo ruso debe perder… y lo hará”, declaró en una alocución televisada.
Según fuentes militares, Rusia empleó misiles balísticos y de crucero, así como drones equipados con bombas y ametralladoras. Algunos de los misiles fueron interceptados por el sistema de defensa aérea ucraniano, pero muchos lograron alcanzar sus objetivos. Los drones, por su parte, realizaron ataques quirúrgicos contra infraestructuras clave y personalidades políticas y militares.
El ataque se produce en medio de una escalada de tensión entre ambos países, que se enfrentan por el control de la región oriental de Donbass, donde se encuentran las repúblicas separatistas de Donetsk y Lugansk, apoyadas por Moscú.
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