La población mundial está creciendo a un ritmo más lento de lo que se pensaba y alcanzará un máximo más bajo de lo que se había proyectado anteriormente, según un nuevo informe de las Naciones Unidas. Este hito demográfico tendrá repercusiones significativas para el futuro de la sociedad, incluyendo el envejecimiento de la población, la escasez de mano de obra y el cambio en la distribución del poder global.
El informe, titulado Perspectivas de la Población Mundial 2024, estima que la población global alcanzará su máximo de alrededor de 10.290 millones de personas en el año 2084, antes de comenzar a disminuir gradualmente hasta llegar a 10.180 millones para el año 2100. Esta cifra contrasta con los 8.090 millones de personas que habitaban el planeta en julio de 2023.
Según el informe, este cambio de tendencia se debe principalmente a la disminución de la tasa de fertilidad en todo el mundo. En un número cada vez mayor de países, esta tasa ha caído por debajo de 2,1 hijos por mujer, el nivel necesario para mantener una población estable sin tener en cuenta la inmigración.
La tierra alcanzará su pico de población en dos décadas, según la ONU, antes de un declive gradual
La caída de la tasa de fertilidad se atribuye a una combinación de factores, entre los que se encuentran:
Mayor acceso a métodos anticonceptivos: Las mujeres de todo el mundo tienen ahora más opciones y control sobre su salud reproductiva que nunca antes.
Mejoras en la educación: Las mujeres con mayor nivel educativo tienden a tener menos hijos.
Empoderamiento económico de las mujeres: A medida que las mujeres participan más en la fuerza laboral, tienen menos tiempo y recursos para dedicar a la crianza de los hijos.
El descenso de la tasa de fertilidad tendrá profundas implicaciones para el futuro de la sociedad, incluyendo:
Envejecimiento de la población: Habrá una proporción cada vez mayor de personas mayores en comparación con los jóvenes, lo que ejercerá presión sobre los sistemas de salud y seguridad social.
Escasez de mano de obra: Las empresas podrían tener dificultades para encontrar trabajadores cualificados, lo que podría obstaculizar el crecimiento económico.
Cambio en la distribución del poder global: Los países con poblaciones en declive podrían perder influencia en el escenario mundial, mientras que los países con poblaciones en crecimiento podrían ganar poder.
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