El narcisismo es un rasgo de personalidad que se caracteriza por una excesiva admiración de sí mismo, una falta de empatía hacia los demás y una gran necesidad de atención y reconocimiento. Las personas narcisistas suelen tener una imagen inflada de su importancia, un sentido de superioridad y un deseo de dominar y controlar a los demás.
El narcisismo no es lo mismo que la autoestima o la confianza en uno mismo. Estas son cualidades positivas que nos ayudan a valorarnos y a creer en nuestras capacidades. El narcisismo, en cambio, es una forma de egocentrismo que nos impide ver la realidad y nos hace creer que somos el centro del universo.
El narcisismo puede ser un problema tanto para la persona que lo padece como para las que se relacionan con ella. Los narcisistas pueden tener dificultades para establecer vínculos afectivos, para aceptar las críticas, para reconocer sus errores y para cooperar con los demás. Además, pueden generar conflictos, manipular, mentir y aprovecharse de los demás para satisfacer sus propios intereses.
¿Cómo podemos identificar a una persona narcisista?
Aunque no existe un diagnóstico oficial ni un test definitivo, existen algunos signos que pueden indicarnos que estamos ante un caso de narcisismo. Estos son algunos de ellos:
– Se cree especial y único, y espera que los demás lo reconozcan y lo admiren.
– Tiene fantasías de éxito, poder, belleza o amor ideal.
– Exige una atención y una admiración constantes.
– Cree que merece un trato preferencial y que tiene derecho a todo lo que quiere.
– Tiene una actitud arrogante y despectiva hacia los demás, y los considera inferiores o insignificantes.
– No tiene en cuenta los sentimientos, las necesidades o los puntos de vista de los demás.
– Es incapaz de ponerse en el lugar de los demás y de sentir empatía o compasión.
– Es envidioso y cree que los demás le envidian.
– Es manipulador y utiliza a los demás para conseguir sus objetivos.
– No acepta la responsabilidad de sus actos y culpa a los demás de sus fracasos o problemas.
– No tolera la crítica ni el rechazo, y reacciona con ira, desprecio o venganza.
– Tiene dificultades para mantener relaciones estables y satisfactorias, y puede ser infiel, celoso o posesivo.
Diferencias en el narcisismo
Si reconoces algunos de estos rasgos en alguien que conoces, es posible que estés ante una persona narcisista. Sin embargo, no todos los narcisistas son iguales ni tienen el mismo grado de severidad. Algunos pueden tener solo algunos rasgos leves o moderados, mientras que otros pueden tener un trastorno de personalidad narcisista (TPN), que es una condición más grave y compleja.
El TPN es un trastorno mental que afecta al modo de pensar, sentir y comportarse de la persona. Se estima que entre el 0,5% y el 1% de la población general tiene este trastorno, siendo más frecuente en los hombres que en las mujeres. El TPN suele manifestarse en la adolescencia o en la edad adulta temprana, y puede tener diversas causas, como factores genéticos, biológicos, psicológicos o ambientales.
El tratamiento del TPN no es fácil, ya que las personas narcisistas suelen negar su problema y resistirse a buscar ayuda. Sin embargo, existen algunas opciones terapéuticas que pueden ayudar a mejorar la autoestima, la empatía, la comunicación y las habilidades sociales de la persona. Además, es importante que las personas que conviven o se relacionan con un narcisista se cuiden a sí mismas y establezcan límites claros y saludables.
El narcisismo es un fenómeno complejo que puede tener consecuencias negativas tanto para la persona que lo sufre como para las que le rodean. Por eso, es importante estar informado y saber cómo detectarlo y cómo afrontarlo.
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