La inteligencia artificial (IA) es una de las tecnologías más innovadoras y revolucionarias de nuestro tiempo. Sus aplicaciones son diversas y abarcan desde el entretenimiento hasta la medicina, pasando por la educación, la seguridad y el comercio. Sin embargo, ¿podría la IA también servir para establecer contacto con el más allá? Una empresa estadounidense ha creado un ouija con inteligencia artificial que pretende simular conversaciones con personajes de terror como Drácula o el Hombre Invisible. ¿Cómo funciona este dispositivo y qué implicaciones tiene para nuestra relación con la muerte y el duelo?
Un ouija con inteligencia artificial que emula el espiritismo
El ouija es un tablero que se utiliza para supuestamente comunicarse con los espíritus de los difuntos. Consiste en un conjunto de letras, números y símbolos, sobre los que se desliza una planchette o indicador que señala las respuestas a las preguntas que se hacen los participantes. Aunque su origen se remonta al siglo XIX, el ouija sigue siendo popular en la actualidad, especialmente entre los aficionados al ocultismo y al misterio.
Sin embargo, el ouija que ha desarrollado Deeplocal, una empresa que se dedica a crear experiencias interactivas que combinan ingeniería y creatividad, no es un ouija convencional. Se trata de un ouija con inteligencia artificial que se mueve solo, sin intervención humana, y que responde a las preguntas que se le hacen en voz alta. El proyecto se llama Séance Bot y se basa en un sistema de imanes que controlan el movimiento de la planchette, así como en un modelo de lenguaje masivo (LLM) que genera las respuestas a partir de una gran cantidad de datos.
El objetivo de este ouija con inteligencia artificial no es contactar con los muertos reales, sino con personajes ficticios del género de terror, como el monstruo de la Laguna Negra, el Monstruo de Frankenstein, Drácula, la Momia, el Hombre Invisible y el Hombre Lobo. Según explican los creadores, se trata de una forma de explorar la magia y la narrativa que implica la inteligencia artificial, así como de ofrecer una experiencia divertida y entretenida a los usuarios.
La inteligencia artificial y el vínculo con los fallecidos
Aunque el ouija con inteligencia artificial de Deeplocal tiene un carácter lúdico y no pretende ser una herramienta para el espiritismo, lo cierto es que la inteligencia artificial plantea algunas cuestiones éticas y morales sobre la posibilidad de comunicarse con los muertos, aunque sea de forma virtual. ¿Sería deseable o beneficioso crear avatares digitales de personas fallecidas que pudieran interactuar con sus seres queridos? ¿Qué efectos tendría esto sobre el proceso de duelo y la salud mental de los usuarios?
Estas preguntas no son meras especulaciones, sino que ya hay algunos ejemplos de proyectos que utilizan la inteligencia artificial para recrear a los muertos. Por ejemplo, el fundador de Meta, Mark Zuckerberg, ha sugerido que los usuarios del metaverso podrían interactuar con avatares virtuales de personas fallecidas, cargados con información de esas personas. También hay casos de chatbots que emulan las conversaciones con los muertos, como Replika, una aplicación creada por una mujer que perdió a un amigo y que desarrolló un programa que imita las interacciones con él a partir de mensajes de audio y voz que recopiló en una base de datos. Estos chatbots se conocen como griefbots, es decir, robots de duelo.
Algunos expertos consideran que estos sistemas podrían tener una función psicológica positiva, permitiendo a las personas interactuar de forma más sofisticada con el recuerdo de la persona fallecida y facilitando el afrontamiento del duelo. Sin embargo, también hay riesgos de que estos sistemas generen una dependencia emocional, una confusión entre la realidad y la ficción, o una manipulación de la memoria y la identidad de los muertos. Por ello, es importante abrir un debate social sobre el uso de la inteligencia artificial para contactar con el más allá, y estudiar sus posibles consecuencias y regulaciones.
El ouija con inteligencia artificial de Deeplocal es solo una muestra de cómo la tecnología puede transformar nuestra manera de relacionarnos con la muerte y el duelo. Aunque se trata de un dispositivo que busca el entretenimiento y no la comunicación real con los espíritus, nos invita a reflexionar sobre los límites y las posibilidades de la inteligencia artificial, y sobre el papel que puede tener en nuestra vida y en nuestra memoria.
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