Adriana Reyes y sus dos hijas, María Ángel y Celeste, salieron de Colombia el pasado 3 de mayo con la ilusión de cumplir el “sueño americano”. Sin embargo, su destino se convirtió en una pesadilla cuando las autoridades migratorias de Estados Unidos las separaron y las deportaron a ellas, menos a María Ángel, que estaba embarazada de ocho meses.
María Ángel, de 19 años, se quedó sola en un albergue en Texas, donde dio a luz a su bebé el 20 de junio. Pero lo que debía ser un momento de alegría se transformó en angustia cuando la joven madre sufrió una complicación grave llamada síndrome de Hellp, que afecta al hígado, la presión arterial y la coagulación de la sangre.
La joven entró en coma y estuvo tres días sin poder ver ni abrazar a su recién nacida. Mientras tanto, su madre y su hermana menor, que habían sido devueltas a Colombia, vivían con la incertidumbre y la impotencia de no poder estar con ella.
Joven colombiana en coma por síndrome de Hellp recupera la conciencia y clama por su familia
Por fortuna, María Ángel logró despertar del coma y pudo hablar con su madre por teléfono explicándole que la necesitaba ahora más que nunca, pues su salud aún es muy endeble.
Al respecto, Adriana reconoció que sus trámites con la cancillería avanzan, pero no de la manera que ella quisiera, pues requiere agilizar la situación e ir a los Estados Unidos a cuidar a su hija recién salida del coma y a su nieta.
Según Caracol Noticias, la Cancillería está haciendo las gestiones necesarias para agilizar el proceso y facilitar el reencuentro familiar. Mientras tanto, María Ángel y Celeste esperan el abrazo de su madre y su hermana en medio de la incertidumbre.
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