Tina Turner, la legendaria cantante de rock que se convirtió en un fenómeno pop en los años 80, falleció a los 83 años tras una larga enfermedad.
La artista había sufrido problemas de salud en los últimos años, siendo diagnosticada con un derrame cerebral, cáncer intestinal y una insuficiencia renal que la llevó a considerar el suicidio asistido en 2016.
Sin embargo, su esposo Erwin Bach le salvó la vida al donarle uno de sus riñones, un gesto de amor que ella calificó de “abrumador”.
La historia de Tina Turner: de la violencia doméstica al suicidio asistido y el triunfo musical
Turner reveló esta historia en su libro “My Love Story”, publicado en 2018, donde también contó los horrores que vivió junto a su primer marido, Ike Turner, quien la golpeaba y abusaba de ella durante su exitosa carrera musical como Ike & Tina Turner.
Turner logró escapar de ese infierno en 1976 y se reinventó como una solista de rock con éxitos como “What’s Love Got to Do with It”, “Private Dancer” y “The Best”.
Su voz potente y su energía escénica la convirtieron en una de las artistas más influyentes y admiradas de todos los tiempos, ganando ocho premios Grammy y vendiendo más de 200 millones de discos en todo el mundo.
En 2013, se retiró de los escenarios y se mudó a Suiza con Bach, con quien se casó ese mismo año tras 27 años de relación. Allí adquirió la ciudadanía suiza y se dedicó a practicar el budismo, su religión desde hace décadas.
En 2019, se estrenó un musical basado en su vida, “Tina: The Tina Turner Musical”, que recibió elogios de la crítica y del público.
Turner fue una superviviente que nunca se rindió ante las adversidades y que inspiró a generaciones de fans con su música y su mensaje. Su legado perdurará como el de una reina del rock que triunfó por su talento y su coraje.
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