Este martes, Irán lanzó cerca de 200 misiles al centro de Israel, marcando una de las mayores escaladas del conflicto desde el 7 de octubre. Jerusalén y Tel Aviv activaron las alarmas de emergencia, alertando a la población de un inminente ataque.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, instó a la ciudadanía a seguir las directrices de seguridad, asegurando que el país está listo para enfrentar la ofensiva.
La Guardia Revolucionaria iraní confirmó que el ataque se llevó a cabo en represalia por la muerte de Hasan Nasralá, máximo líder de Hezbolá, quien fue asesinado en Beirut durante un bombardeo el sábado pasado. Según Irán, esta acción fue una respuesta “legal y legítima” a los actos de Israel, y advirtieron que cualquier represalia por parte del gobierno israelí desencadenaría una respuesta “aplastante”.
Tensión en Medio Oriente: Irán ataca Israel con 200 misiles tras muerte de Nasralá
El impacto de los misiles ha dejado al menos un inmueble dañado en Tel Aviv y ha provocado la muerte de ocho personas en Jaffa, al sur de la ciudad, durante un tiroteo. Las autoridades israelíes están investigando el hecho como un ataque terrorista. Según informes, los dos presuntos atacantes fueron neutralizados, aunque aún no se ha confirmado si sobreviven.
A medida que el ataque continuaba, las fuerzas armadas israelíes emitieron un comunicado informando que el bombardeo iraní había terminado y permitieron a los ciudadanos abandonar los refugios antibombas. “Después de evaluar la situación, se ha decidido que es seguro salir de las áreas protegidas en todo el país”, indicaron las autoridades israelíes.
En paralelo, Israel ha cerrado su espacio aéreo, mientras que las tropas han lanzado advertencias a la población civil en el sur de Líbano debido a los intensos combates con Hezbolá en la frontera, lo que agrava la tensión en la región.
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