El domingo 16 de abril, el partido de fútbol entre Atlético Nacional y América de Cali, programado para llevarse a cabo en el estadio Atanasio Girardot en Medellín, fue suspendido debido a los desmanes que se registraron en la tribuna sur del estadio.
Los enfrentamientos se dieron entre la barra Los del Sur y el Esmad, luego de que los primeros recibieran la noticia de que el club no les seguirá dando prebendas y beneficios.
Ante estos lamentables incidentes, el alcalde de Medellín, Daniel Quintero, ha expresado su rotunda postura en contra de la violencia en el fútbol y ha tomado medidas contundentes.
Nacional no podrá usar el estadio, alcalde exige condiciones de seguridad
Quintero ha declarado: “No vamos a tolerar la violencia. Me toca poner hasta 800 policías por cada partido. No prestaremos el estadio a Nacional hasta que no se acuerden condiciones mínimas de seguridad entre barra y directivas, y la vigilancia sea pagada por el equipo. Prefiero a los policías cuidando a la gente en las calles”.
Quintero pide a Nacional responsabilidad en seguridad: no habrá estadio sin condiciones”
La suspensión del partido y las declaraciones del alcalde Quintero han generado un debate sobre la seguridad en los estadios y la prevención de la violencia en el fútbol.
Es importante destacar que la seguridad en los eventos deportivos es responsabilidad de todos, incluyendo a las barras, los clubes, las autoridades locales y los fanáticos.
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