Bien particular es la historia de esta mujer que pese a no salir de su casa durante tres semanas, igual se contagió de coronavirus.
Rachel Brummert llevaba tres semanas de cuarentena en su casa, sin salir, hasta que empezó a sentirse mal.
La mujer ni siquiera tuvo contacto con su marido, quien al saber que ella padece una enfermedad autoinmune, decidió mudarse a otra habitación.
Ella cree que se contagió al tocar las bolsas del supermercado, cuando le entregaron un pedido que había realizado por internet.
La tienda le dejó los productos en la puerta de su domicilio y ella los ingresó a su casa. En ese momento intuye que también “entró” el virus a su hogar.
“Realmente pensé que estaba haciendo todo bien. Apenas tuve contacto. Ni siquiera creo que toqué las bolsas”, expresó, “Estoy absolutamente aterrorizada… Por lo que escuché sobre los respiradores, es algo aterrador. Realmente espero poder recuperarme en casa”.
“Nunca había tenido algo así antes”, dijo. “Tuve gripe varias veces, pero esto no es gripe. Es un monstruo completamente diferente”.
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