El salario mínimo en Colombia es uno de los más bajos de América Latina, según un estudio de Picodi. El país solo supera a Perú y Brasil en este aspecto.
Mientras tanto- otros países como Uruguay, Ecuador y Chile tienen salarios mínimos mucho más altos. ¿Qué implica esto para la economía y el bienestar de los colombianos?
Vale reseñar que el salario mínimo es una medida que busca garantizar un ingreso mínimo a los trabajadores que realizan una jornada laboral completa.
Este ingreso debe cubrir las necesidades básicas de alimentación, vivienda, salud, educación y transporte de una persona o una familia.
Sin embargo, en muchos casos el salario mínimo no alcanza para satisfacer estas necesidades, lo que genera pobreza, desigualdad y exclusión social.
Cómo afecta el bajo salario mínimo en Colombia a la economía y la sociedad
Según el estudio de Picodi, el salario mínimo en Colombia para el 2023 es de 249 dólares (1.160.000 pesos). Este aumento es inferior al de la inflación proyectada para el mismo periodo, lo que significa que el poder adquisitivo de los trabajadores se reduce.
Además, el salario mínimo en Colombia es muy inferior al de otros países de la región, como Uruguay (424 dólares), Ecuador (407 dólares), Chile (369 dólares) y Argentina (336 dólares).
Estos países tienen economías similares o menores a la de Colombia, pero han logrado establecer salarios mínimos más altos y acordes con el costo de vida.
El bajo salario mínimo en Colombia tiene consecuencias negativas para la economía y la sociedad del país. Por un lado, limita el consumo y la demanda interna, lo que afecta el crecimiento económico y la generación de empleo.
Por otro lado, aumenta la brecha entre ricos y pobres, lo que genera descontento social y violencia. Además, impide que los trabajadores puedan acceder a una mejor calidad de vida y a oportunidades de desarrollo personal y profesional.
¿Qué se puede hacer para mejorar el salario mínimo en Colombia? Algunas propuestas son:
– Fortalecer el diálogo social entre el gobierno, los empresarios y los sindicatos para lograr acuerdos que beneficien a todos los sectores involucrados.
– Reducir la informalidad laboral mediante políticas públicas que incentiven la formalización, la capacitación y la protección social de los trabajadores.
– Aumentar la productividad y la competitividad de las empresas colombianas mediante la innovación, la inversión y la diversificación productiva.
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